Día 30: ¡Oh Sagrado Corazón, Camino, Verdad y Vida!

 

En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén. 

 

Si no ha participado de la Eucaristía del día se reza un acto de contrición: 

 

Sagrado Corazón de Jesús, que en el divino sacramento de la Eucaristía estás vivo e inflamado de amor por nosotros, aquí en tu presencia, pidiéndote perdón de nuestras culpas e implorando tu misericordia. Nos pesa, oh buen Jesús, el haberte ofendido. Tú eres tan bueno que no mereces esa ingratitud. Concédenos luz y gracia para meditar tus virtudes y formar, según ellas, nuestro humilde corazón. Amén.

 

Señor ten piedad,

Cristo ten piedad,

Señor ten piedad. 

 

Oración Preparatoria

 

Oh Dios, que por medio del Corazón de tu Hijo, herido por nuestras culpas, te dignas, en tu misericordia infinita, darnos los tesoros de tu amor; te pedimos nos concedas que, al presentarte el devoto obsequio de nuestra piedad, le ofrezcamos también el homenaje de una digna satisfacción. Por el mismo Jesucristo nuestro Señor. Amén. 

 

Lectura Bíblica:

“Que el Señor te bendiga desde Sión, que veas la prosperidad de Jerusalén todos los días de tu vida; que veas a los hijos de tus hijos ¡Paz a Israel!”

 

Meditación:

Si quieres amar al Corazón de Jesús debes comulgar su cuerpo muy frecuentemente. ¿No eres digno? Y para hacerla una vez al año ¿te sientes digno? No eres perfecto. Pero la comunión no es un premio; es un medio para llegar a la perfección. ¿Tienes muchos defectos? Para corregirlos tienes necesidad de la comunión, acércate a la confesión y absolución de todos tus pecados. No son los sanos los que tienen necesidad de curación, sino los enfermos. ¿No sabes que la comunión borra por sí todos los pecados veniales y preserva de los mortales?

 

R.-    ¡Enamorándome de Ti, mi Amado Jesús! ¡Oh Amadísimo, Oh Piadosísimo Sagrado Corazón de Jesús!, dame Tu Luz, enciende en mí el ardor del Amor, que eres Tú, y haz que cada latido sea guardado en el Sagrario, para que yo pueda rescatarlo al buscarlo en el Pan Sagrado, y de este modo vivas en mí y te pueda decir siempre sí. Amén. 

 

Tarea del día:

En nuestro hogar, llenemos el altar que hemos preparado de flores físicas y espirituales, y cantemos en alabanza al Corazón del Amor, que es Jesús, Nuestro Redentor. Esperando la bendición de Dios para nuestras familias.

 

Padre nuestro, Ave María, Gloria. 

Oración final:

 

Oh Señor Jesús tus santos misterios infundan en nosotros un fervor divino, conque, recibida la suavidad de tu dulcísimo Corazón, aprendamos a despreciar lo terreno y amar lo celestial. Tu que vives y reinas por siglos infinitos. Amén

 

V.- Sagrado Corazón de Jesús.

R.- En Vos confío.

 

V.- Inmaculado Corazón de María.

R.- Sé la salvación del alma mía