Día 8: ¡Oh Sagrado Corazón, que enviaste al Espíritu Santo!

 

En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén. 

 

Si no ha participado de la Eucaristía del día se reza un acto de contrición: 

 

Sagrado Corazón de Jesús, que en el divino sacramento de la Eucaristía estás vivo e inflamado de amor por nosotros, aquí en tu presencia, pidiéndote perdón de nuestras culpas e implorando tu misericordia. Nos pesa, oh buen Jesús, el haberte ofendido. Tú eres tan bueno que no mereces esa ingratitud. Concédenos luz y gracia para meditar tus virtudes y formar, según ellas, nuestro humilde corazón. Amén.

 

Señor ten piedad,

Cristo ten piedad,

Señor ten piedad. 

 

Oración Preparatoria

 

Oh Dios, que por medio del Corazón de tu Hijo, herido por nuestras culpas, te dignas, en tu misericordia infinita, darnos los tesoros de tu amor; te pedimos nos concedas que, al presentarte el devoto obsequio de nuestra piedad, le ofrezcamos también el homenaje de una digna satisfacción. Por el mismo Jesucristo nuestro Señor. Amén. 

 

Lectura Bíblica:

“Amar a Dios con todo el corazón, con toda la inteligencia y con todas las fuerzas, y amar al prójimo como a uno mismo vale más que todos los holocaustos y sacrificios” (Mc 12, 33) 

 

Meditación:

El corazón más dulce y más humilde de la tierra es el Corazón de Jesús. Pero este corazón divino no puede quedar indiferente frente a la ruina de tantas almas. Jesús trabaja por la salvación de las almas; muere en la cruz para redimir a los pecadores. Dice San Agustín que el escandaloso sufrirá tantos infiernos como las almas que él ha asesinado. Examínate bien. La Magdalena fue escandalosa, pero reparó y llegó a ser santa. Haz tú lo mismo. 

 

V.-    ¡Oh que sublime posesión sería ésta, ser poseídos por el Espíritu Divino que nos guía y renueva como verdadera Iglesia! 

R.- ¡Enamorándome de Ti, mi Amado Jesús! ¡Oh Amadísimo, Oh Piadosísimo Sagrado Corazón de Jesús!, dame Tu Luz, enciende en mí el ardor del Amor, que eres Tú, y haz que cada latido sea guardado en el Sagrario, para que yo pueda rescatarlo al buscarlo en el Pan Sagrado, y de este modo vivas en mí y te pueda decir siempre sí. Amén.

 

Tarea del día:

Pidamos la efusión del Espíritu Santo sobre cada uno de nosotros y sobre toda la Iglesia: “Ven, Espíritu Santo, ven, por medio de la poderosa intercesión del Corazón In maculado de María, Tu Amadísima Esposa, ¡Ven!” (se repite tres veces). 

Padre nuestro, Ave María, Gloria. 

Oración final:

 

Oh Señor Jesús tus santos misterios infundan en nosotros un fervor divino, conque, recibida la suavidad de tu dulcísimo Corazón, aprendamos a despreciar lo terreno y amar lo celestial. Tu que vives y reinas por siglos infinitos. Amén

 

V.- Sagrado Corazón de Jesús.

R.- En Vos confío.

 

V.- Inmaculado Corazón de María.

R.- Sé la salvación del alma mía