Día 1: ¡Oh Sagrado Corazón, Luz en este mundo de oscuridad!

En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén. 

 

Si no ha participado de la Eucaristía del día se reza un acto de contrición: 

 

Sagrado Corazón de Jesús, que en el divino sacramento de la Eucaristía estás vivo e inflamado de amor por nosotros, aquí en tu presencia, pidiéndote perdón de nuestras culpas e implorando tu misericordia. Nos pesa, oh buen Jesús, el haberte ofendido. Tú eres tan bueno que no mereces esa ingratitud. Concédenos luz y gracia para meditar tus virtudes y formar, según ellas, nuestro humilde corazón. Amén.

 

Señor ten piedad,

Cristo ten piedad,

Señor ten piedad. 

 

Oración Preparatoria

 

Oh Dios, que por medio del Corazón de tu Hijo, herido por nuestras culpas, te dignas, en tu misericordia infinita, darnos los tesoros de tu amor; te pedimos nos concedas que, al presentarte el devoto obsequio de nuestra piedad, le ofrezcamos también el homenaje de una digna satisfacción. Por el mismo Jesucristo nuestro Señor. Amén. 

 

Lectura del Evangelio:

“Y tomando la copa, dio gracias y dijo: Tomad esto y repartidlo entre vosotros. Os digo que en adelante no beberé del fruto de la vid hasta que no llegue el reinado de Dios”. “Esta es la copa de la nueva alianza, sellada con mi sangre, que se derrama por vosotros” (Lc 22, 17-18.20)

Meditación:

¡El Corazón de Jesús! Una herida, una corona de espinas, una cruz, una llama, «He aquí el Corazón que tanto ha amado a los hombres». ¿Quién nos ha dado aquel Corazón? Jesús mismo. Él nos había dado todo: su doctrina, sus milagros, sus dones de la Eucaristía, su Madre divina. Pero el hombre permanece todavía insensible a tantos dones. 

 

V.-    Corazón Sagrado, enllagado y martirizado por nuestros pecados, sé nuestra Luz para vivir sólo en Ti, y así poder seguir nuestro camino para llegar un día a habitar junto al Padre Celestial

R.-    ¡Enamorándome de Ti, mi Amado Jesús! ¡Oh Amadísimo, Oh Piadosísimo Sagrado Corazón de Jesús!, dame Tu Luz, enciende en mí el ardor del Amor, que eres Tú, y haz que cada latido sea guardado en el Sagrario, para que yo pueda rescatarlo al buscarlo en el Pan Sagrado, y de este modo vivas en mí y te pueda decir siempre sí. Amén. 

Tarea del día:

Que sepamos plasmar en nuestro pobre corazón, lo que nos enseñó el Hijo de Dios. Meditemos cuán poco sabemos de Él.

Padre nuestro, Ave María, Gloria. 

Oración final:

 

Oh Señor Jesús tus santos misterios infundan en nosotros un fervor divino, conque, recibida la suavidad de tu dulcísimo Corazón, aprendamos a despreciar lo terreno y amar lo celestial. Tu que vives y reinas por siglos infinitos. Amén

 

V.- Sagrado Corazón de Jesús.

R.- En Vos confío.

 

V.- Inmaculado Corazón de María.

R.- Sé la salvación del alma mía