Resultado de imagen de virgen maria y niño hermanas de belénAmado hijito/a:

Quise escribirte esta carta para que no te olvides que estoy a tu lado, a los pies de tu cruz velando por ti como lo hice por mi Hijo Jesús, al que con tanto amor y a la vez tanto dolor te regale para que pudieras salvarte.

Verás que con Jesús somos regaleros, pues estando a punto de morir me volvió tu madre, quizo compartirme contigo porque así te ama Él, tambien lo hizo por mi, que con mi corazón destrozado aceptaba la voluntad de Dios de ver crucificado a mi único Hijo, no quiso dejarme ni un segundo sin su amor y entonces me dijo agonizante, con su rostro casi irreconocible…»He aquí tu hijo» y es entonces cuando te vi y te ame; desde ese momento no dejo de pensar en ti, no he dejado un segundo de amarte y de interceder por ti, pero tu a veces no me oyes, pues yo soy toda silencio y calma, haz la prueba serena tu corazón y me encontrarás.

Te pido que seas paciente con eso que tanto te aflige, ¿sabes acaso cuantas aflicciones tuve que pasar al ser la Madre del Redentor?, pero siempre creí que Dios sabía lo que hacía, aun con aquello que no lograba entender dije «Hágase en mi», yo te invito a que tu también lo intentes amado mío, aumenta tu fe en el amor de mi Hijo, ¿Acaso no recuerdas que después de su cruz resucitó?, ¿Acaso no recuerdas que Dios cumplió sus promesas?… que en esos momentos donde te invada la duda y el temor recuerdes esto que te digo y puedas decir también como yo «Hagase en mi».

 

Se también que muchas veces tampoco sientes a Jesús a tu lado, crees que desapareció, te cuento que se perfectamente como te sientes, por tres días perdí a mi bello Jesús y fue desesperante, ¿pero sabes algo? ¡Jamás deje de buscarlo! corrí día y noche con mi esposo José buscando a aquel que debíamos cuidar para el plan de salvación de Dios ¡y al final lo encontré!, por eso hijito mío, no te canses de buscar a Jesús aún cuando sientas que se ha ido, el jamás se apartaría de tu lado, simplemente se esta encargando de los planes que el Padre tiene para ti…

 

Ama tu pequeñez, pues a Dios le gusta que seamos pequeños y sencillos, ama tus circunstancias y jamás te rindas en la hora de la cruz, te lo dice aquella que sufrió el martirio de alma… recuerda siempre que se asemeja la Pascua.

¡NO TEMAS PEQUEÑO MÍO! ¿ACASO NO ESTOY YO AQUÍ, QUE SOY TU MADRE?

Acude a mi, pues Jesús no se niega a mis pedidos, acude a mi y te enseñare a amarlo, hijito yo también fui humana como tu, aunque me pinten tan resplandeciente a veces, solo fui una niña confiada en el amor del Padre, yo sólo puse mi fe inquebrantable y mi abandonado amor, Dios luego lo hizo todo, verás que tuve problemas iguales a los tuyos: también perdí a seres queridos, a mi compañero de vida… mi esposo José, también tuve que ser madre soltera por un tiempo, también viví humildemente pero la providencia de Dios jamás se hizo faltar, también tuve miedo, pues el ángel tuvo que decirme ¡No temas María!, también sufrí la muerte de mi hijo y fue tan desgarrador momento… pero confié en que los planes de Dios eran mejores que los míos, no aparte mis ojos en cosas vanas de la tierra, no quise hacer más de mi vida sino un servicio pleno y entrega constante a Dios, verás que logré mi santidad practicando las virtudes que tu también puedes alcanzar… mi pequeñez agradó al Señor, tómame de la mano y jamás te perderás, ten por seguro que me encargaré de llevarte a Jesús…

Por favor no te apartes de mí, te amo y deseo verte feliz, ven a mis brazos y yo consuelo eterno te daré…

Estoy aquí, esperando siempre por ti, para darte mi paz y  amor, llámame a cualquier hora, pues cuando el niño tiene miedo o angustias, para una madre no hay horarios para socorrerlo…

Aquí termina mi carta pero ¡no me voy!, me quedo a tu lado… ¡Te amo infinitamente, no lo olvides!   

Tu Madre María.