Recordamos ahora los pasos que tenemos que hacer para confesarnos:

  1. Examen de conciencia.

Pensar en las cosas que hemos hecho mal.

El Señor nos dice «Amarás a Dios con todo el corazón. ¿Amo yo a Dios y le tengo presente como un hijo recuerda a su padre? ¿Me acuerdo de rezar, de hablar con Dios y contarle mis cosas?

El Señor nos dice: «Amaos los unos a los otros como yo os he amado» ¿Cómo me he comportado con los demás? ¿Obedezco a mis padres? ¿Respeto a los profesores? ¿Comparto mis cosas con mis hermanos y amigos/as o me peleo con ellos? ¿Digo siempre la verdad o engaño y miento a menudo? ¿Soy envidioso y me gusta hacer rabiar a los demás? ¿He robado algo en casa o a mis compañeros? ¿Me río y hago burla de los demás?

  1. Dolor del pecado

Sentir pena por las acciones malas que hemos cometido: · Padre Dios, tú siempre nos estás esperando, te pedimos perdón por no acordarnos de Tí, por no intentar ser buenos hijos tuyos. Padre Dios, tú quieres que seamos buenos hijos tuyos y hermanos/as de los demás. Te pedimos perdón por haber tratado mal a los demás. Por nuestras peleas, por nuestros insultos, por no haber ayudado a los compañeros cuando lo necesitaban. Por habernos reído de los defectos de los demás y haber hablado mal de ellos.

  1. Propósito de la enmienda

Hacer propósito de no hacer nunca más mal a nadie.

  1. Decir los pecados al confesor.

Acudir ante el sacerdote y contarlo lo que hemos hecho mal, diciéndole que lo sentimos, que nos arrepentimos.

  1. Cumplir la penitencia

Hacer lo que el sacerdote nos mande, como señal de que realmente nos hemos arrepentido.