Estas Navidades tu hijo va a tener mucho tiempo libre y eso significa una cosa: Musical.ly. Puede que hayas oído hablar de ella, o puede que no, pero esto es lo que necesitas saber sobre la red social que está causando furor entre los niños y adolescentes de todo el mundo. En Europa, España encabeza el número de usuarios.

¿Qué es?

Musical.ly es una red social de creación de videos, mensajería y retransmisión en directo. A través de esta app, los usuarios pueden crear vídeos de 15 segundos y elegir pistas de sonido para acompañarlos, utilizar diferentes opciones de velocidad (tiempo transcurrido, lento, normal, rápido y épico) y añadir filtros y efectos preestablecidos. La aplicación también permite a los usuarios navegar por “musers” populares, contenido, canciones y sonidos de tendencia y hashtags. Cada día se publican una media de 12 millones videos nuevos​.

¿De dónde viene?

Antes de convertirse en una red social de entretenimiento, Musical.ly se concibió como una aplicación didáctica para los estudiantes más jóvenes (su nombre iba a ser Cicada). La idea inicial de Alex Zhu, director ejecutivo de Musical.ly, era crear una aplicación que pusiera a disposición de los estudiantes vídeos cortos sobre los temas de los que iban a examinarse. Esta app no triunfó mucho y durante un viaje en tren en el que Zhu iba rodeado de adolescentes, se percató de que estos grababan vídeos mientras sonaba música le abrió los ojos. Inspirado por lo que acababa de presenciar ordenó a su empresa invertir los últimos 18.000 euros de presupuesto que les quedaba en su nueva idea: una aplicación para grabar vídeos de sincronización de labios.

¿Por qué le gusta tanto a tu hijo?

Tu hijo y otros 200 millones de adolescentes de todo el mundo, están enganchados a Musical.ly. A los niños entre 11 y 16 años les quita el sueño esta red social, probablemente por la facilidad y diversión que les causa grabar ‘playbacks’ de sus canciones favoritas al ritmo de baile y su posterior edición.

¿En qué se diferencia de otras apps?

A diferencia de Instagram Stories y Snapchat (otra app con gran tirón entre los más jóvenes), en Musical.ly las imágenes no se autodestruyen una vez visionadas: se quedan guardadas indefinidamente en el perfil de cada muser (apodo con el que se designa a los usuarios de Musical.ly). Esta red social les permite a adolescentes anónimos alcanzar los 15 segundos de gloria que pueden catapultarles al éxito y convertirles en influencers.

¿Quiénes son los influencers de Musical.ly?

Sí, al igual que ocurre en el resto de redes sociales, Musical.ly tiene también sus influencers. Lo más famosos a nivel mundial son estos cuatro:

1. Lisa y Lena, 
unas hermanas gemelas de Alemania.

2. Jacob Sartorius, un adolescente de 15 años de Oklahoma, Estados Unidos.

3. Martinez Twins: Emilio Martínez e Iván Martínez, unos hermanos gemelos de Granollers (Barcelona)

4. Juanpa Zurita, mexicano residente en Los Angeles.

¿Qué peligros tiene esta red social?

Es importante saber que, aunque la aplicación tenga filtros de contenido, es posible que al explorar los vídeos de otros usuarios, nuestros hijos se puedan encontrar con contenidos desagradables o inapropiados.

En esta aplicación, más que en otras, es importante que estemos pendientes no solo de lo que nuestros hijos comparten, sino de lo que ven. Son cada vez más frecuentes los vídeos realizados con esta aplicación con contenido altamente sensual, impropio de niños y niñas de edades tempranas. Suelen ver estos vídeos a través de los perfiles de Musical.ly (o en perfiles de Instagram con vídeos realizados con Musical.ly).

También es importante estar pendiente de que nuestros hijos no entren en una ‘guerra de popularidad’ en la que, para ganar, lo que más prima no son precisamente los criterios de calidad técnica de sus actuaciones musicales.

Además, como en cualquier otra red social, Musical.ly permite compartir contenido con otras personas desconocidas en todo el mundo (en este caso, videos) y este contenido, al subirse a Internet, puede viralizarse pudiendo perjudicar o beneficiar a nuestros hijos. Una vez más, reiteramos la importancia de que nuestros hijos sean conscientes de que, una vez que algo se sube a Internet en general y a las redes sociales en particular, no es posible controlarlo, saber quién lo ha visto, o con qué intención puede llegar a ser utilizado, incluso si puede utilizarse en su contra o resultar peligroso.