Por primera vez en nuestras parroquias de San Cristóbal, un CAMPAMENTO URBANO ha llenado de satisfacción el verano de los niños y niñas. Los ocho monitores que lo hicieron posible se merecen un «10». Jovencitos pero con una entrega envidiable, que ya quisiéramos muchos de los mayores. Y en chicos y grandes un deseo, que el próximo verano podamos ver otra edición de URBE-2016.